Con el sol que se ocultaba por momentos, entre risas, la mirada de los transeúntes y una brisa sabrosa -característica de esta época decembrina-, estaban Marco De Ávila y Marcos De Ávila, papá e hijo llenos de pintura terminando de realizar un mural que captura la esencia de los habitantes del barrio Las Flores.  

La estética, delicadeza en cada uno de sus trazos, los colores y el concepto de este diseño hizo que fuera una verdadera experiencia conocer la historia que transformó una pared abandonada en una obra de arte ubicado en toda la vía que conduce al sector turístico de Las Flores.

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Bajo la temática ‘Territorio anfibio’, los De Ávila hacen parte de los 10 artistas que estampan pinceladas de color en este sector para continuar mostrando la riqueza del barrio. Todo esto con el liderazgo de Killart, el Festival del Arte Urbano, en Barranquilla. 

Y es que este barrio se distingue por su rica gastronomía fusionando sabores de agua dulce y salada para una verdadera experiencia caribeña. Esto arraigado a su tradición pesquera. 

Sin embargo, lo parece cautivar a quien lo visita es ver la profunda conexión que existe entre la vida fluvial y marítima de sus habitantes y cómo esto se refleja en sus costumbres. 

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Tal como lo plasmaron papá e hijo en este mural que deja ver caimanes, flores y su imponente Río Magdalena, un diseño que fue elaborado con las ideas de todos los habitantes. 

“Las Flores se ha constituido como uno de los sitios turísticos de preferencia, en el que convergen tres fuentes de agua: el Río, Mar Caribe y la Ciénaga de Mallorquín".

"Este trabajo, el diseño se hizo en compañía de la comunidad. Ellos escogieron algunos elementos que representa nuestra cultura local. Algunos están aquí, como los caimanes, porque el río hace muchos años antes de la conquista, se llamaba el río grande de los caimanes, una palabra que lo simbolizaba era Karakalí. Entonces, esa palabra hace juego aquí con la historia”, dijo. 

El mural también muestra la lancha boquera, “una embarcación especial de Bocas de Ceniza, porque esa es la única lancha que puede atravesar la Bocas de Ceniza, la entrada del río. Tenemos también el cangrejo azul, que es una especie endémica de aquí y representaciones de la fauna y flora local”.  

Para Marco De Ávila, el objetivo de estos murales es “concientizar” a la población del cuidado del medio ambiente.  

“Queremos que las personas cuiden su entorno y que los visitantes de Las Flores sepan de la transformación social que está teniendo nuestro barrio. La intervención de estos murales son un cambio para la comunidad porque quienes nos visitan tiene la oportunidad de reflexionar sobre el arte”, señaló. 

El arte que une a los De Ávila 

Marco y Marcos los unen el amor por la pintura, un arte que para ellos es sinónimo de “comunicación”.  

“Para mí representa identidad, cultura, un significado de identidad cultural, una inspiración en mi arte. Siempre agradezco a mi padre por inspirarme y motivarme en el arte, a pesar de que es una profesión difícil”, dijo Marcos De Ávila.  

El joven señaló que el mural está inspirado en la cultura, habitantes y ambiente natural de Las Flores. 

“La vida aquí es aire puro, me gusta mirar la naturaleza al momento de pintar, recorrer Puerto Mocho”.